El realismo del cambio

16 junio 2011

Esta entrada comenzó en el blog de los verdes, permaneció en borrador desde 2009, y hoy decido sacarle el polvo acumulado, aunque los acontecimientos ya han empezado a darle la razón.

En teoría este espacio [el blog de Verdes Huesca] lo usamos para escribir cada un@ sobre las noticias que le llaman la atención. Pese a que no me ha resultado difícil encontrar alguna (La Muela, Opel, europeas'09, etc.) últimamente pienso sobre todas ellas en cuanto al enfoque, en lo que creo que es una etapa de desfase acentuado en los medios. Y sobre esto estuvimos hablando hace un par de días en un bar del casco.

A nadie sorprenderá el que diga que estamos permanentemente desfasados. Este desfase se produce ya que la velocidad y referencias sobre las que vivimos y el ritmo y paradigmas anteriores sobre los que basamos esas percepciones para interpretarlas son diferentes.

De la propia definición de 'paradigma' (wikipedia dixit):
Acepciones de ideas, pensamientos, creencias incorporadas generalmente durante nuestra primera etapa de vida que se aceptan como verdaderas o falsas sin ponerlas a prueba de un nuevo análisis.
y de la experiencia en ella en cuanto a la capacidad de aprender de la realidad y no en base a paradigmas, se deduce que cada cual adopta una velocidad de 'interpretación libre' conforme sigue construyendo entre complejidad, de forma que con el tiempo la velocidad de pensamiento sobre los esquemas construídos predomina sobre la de construcción desde cero e impiden reaprender.

Este proceso es evidentemente útil desde el punto de vista ecológico -nos hace más eficientes como individuos, y por tanto genéticamente progresamos-, pero se vuelve desventaja si gracias a ello se aumenta la edad promedio, ya que lo hace más lento a la previsión y adaptación ante los cambios. Si los cambios además son en un espacio inusualmente corto de tiempo, la viabilidad del grupo queda en peligro. 

Esto pasa cada vez más en las revoluciones modernas, en las que la población de más edad bloquea los cambios que piden los jóvenes. Y no es por falta de ganas, o de ideales, sino algo más sencillo: no lo ven. Desde el 'todo es nuevo' del infante al 'todo será igual' del anciano, tenemos un trasvase de las dos velocidades anteriores que transforman la visión de la misma realidad y que proyectan diferentes perspectivas de futuro, y diferente forma de actuar ante lo mismo.

Como dijo Edison (presuntamente):
Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo.
Experiencia e idealismo está claro que deben conjugarse, pero (y es a lo que voy) el mismo par suele identificarse con 'realismo e irrealismo'. Error. Nos preguntábamos, ¿es realmente el idealismo una negación de la realidad?. Al contrario, es quien piensa que todo seguirá igual, quien cree que todo está inventado y nada puede cambiar, el que sí o sí acabará sorprendido, superado por la realidad, pues si algo es seguro es que nada que permanece, permanece igual.

La preocupación (la mía, al menos) llega cuando los medios masivos dibujan un panorama y unos horizontes desde la perspectiva del 'todo será igual' en un momento además de evidente crisis, bloqueando el cambio, negando la realidad y tirando de las bridas de la sociedad al llamar al orden cuando hay que tomar un camino diferente. Pensar que todo seguirá igual, que los políticos siempre serán corruptos, que siempre dependeremos de los abusos de las grandes empresas, que las ciudades seguirán creciendo indefinidamente... en general, que todo seguirá como hasta ahora es, por ello, una suerte de irrealismo.

Podamos o no, lo cierto es que no nos queda otra opción que cambiar.

2 comentarios:

Javi dijo...

Un fragmento de un post di mi blog:

La velocidad evolutiva de la cultura, a diferencia de la natural, sigue un proceso lamarckiano, ya que la transmisión de los memes reside en nuestros sistemas nerviosos. Nuestra capacidad neuroplástica para integrar estos nuevos memes marcaran el tiempo de estas crisis (del cambio)

En la educación deberia de potenciar esta capacidad!!

Jorge Luis dijo...

Es lo que dijo la escuela libertaria de Illich y companía ya a finales de los 60, y se ha seguido con ello.

Hace unos meses me topé con la charla TED de Ken Robinson, que aunque hablaba más sobre la creatividad, va por el mismo camino en cuanto a la educación: hace falta una revisión profunda de qué formas de pensar la sociedad estamos seleccionando.

Estas cosas funcionan con masa crítica, así que espero que la contribución cuente y que la gente piense en esto. Que ya es hora :)

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