Los dinosaurios y la ingeniería (no genética)

27 febrero 2008

En estos tiempos en los que el estatus del docente está tan devaluado he de admitir que han habido varias ocasiones en la vida en las que me he sentido casi privilegiado por estar escuchando a un determindado profesor. Dos de ellos eran físicos, y uno en particular presentó una teoría sobre el devenir del Universo no poco interesante.
Lo curioso es que hace poco descubrí que el autor de uno de mis textos favoritos de la carrera (reactores químicos), O. Levenspield, también había desarrollado una teoría sobre dinosaurios que ha sido más conocida por una de sus posibles conclusiones sobre la atmósfera en la que vivían.

Se basa en cálculos aerodinámicos aplicados a la criatura voladora (o eso dicen) más grande de la Historia, medio 737, el Quetzalcoatlus, que demuestran que con semejante tamaño no podría serlo. Si, pese a ello, se sigue aceptando que sí, una de las conclusiones es que debería existir una atmósfera mucho más densa que proporcionase una presión entre 3 y 4 veces mayor. Con esto, los geólogos parecen no estar muy de acuerdo.

Por supuesto, también otra explicación a este despropósito energético sería que no volasen, como las ardillas voladoras o los lagartos arbóreos.

Si os interesa el tema, esta es la página donde lo explica con más detalle:
http://levenspiel.com/octave/dinosaurs.htm

2 comentarios:

Ender Muab'Dib dijo...

Jaja, muy curiosa hipótesis.
Está interesante el especular sobre cómo pudo haber sido la tierra anteriormente en función de los seres vivos y los estratos terrestres.

Por ejemplo, aunque en este caso no tenga nada que ver, el porcentaje de oxígeno en la tierra al comienzo de los tiempos era mínimo en comparación con el 20% actual; de modo que al haber más dióxido de carbono la atmósfera supongo que sería más densa. Quizás hay que buscar por algo así la idea que plantea este científico. Aunque como digo, esto ocurrió unos 2000 millones de años antes de los dinosaurios así que no es un ejemplo válido, pero sirve para explicarme.

¡Saludos!

Lupus dijo...

Por supuesto, no sé si lo he dicho pero es una teoría, sólo eso. La explicación más sencilla (y seguramente dice la navaja, la cierta) sea que semejante lagarto no volaba pese a tener alas, simplemente las usaba para planear. El tema es que estos cálculos se hicieron famosos por una explicación que contradice evidencias geológicas.

La culpa, de los que buscan el titular sensacionalista. Para variar.

Saludos!

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