Las cárceles, los icebergs y la sociedad

20 enero 2009

Hace un tiempo nos reunimos por primera vez un grupo bastante heterogéneo de personas un poco 'engañadas' por algunas de ellas que se conocían entre sí. Ninguno en aquella mesa tenía mucha idea del objetivo de la reunión (curiosamente ese de momento es el motivo que mejores reuniones me ha proporcionado), pero se evidenció al poco de comenzar que todos teníamos en común la ciudadanía activa (social, política, religiosa o como fuese) y ciertas inquietudes sociales.
De ahí pasamos a una segunda reunión, no hace mucho, que resultó más rica en contenido e igualmente agradable en el aspecto humano que la anterior. Tratamos varios temas, pero me quedé con la pregunta que Luis, trabajador social, propuso: "¿Hasta qué punto los agentes sociales acallan los síntomas que, de permitirse, podrían generar un cambio social necesario?"; y con algunas ideas que voy a tratar de hilar aquí:
Hablamos (no era la primera vez) del papel de las cárceles, sobre el sustrato punitivo vs. reinsertivo de todo esto, de las barreras culturales en la redacción de las leyes, etc. En el fondo -a mi modo de ver-, de si cuestionar nuestra visión del mundo (condicionada según nuestra cultura) mediante la reflexión podía, y cómo, transformar la sociedad a mejor.

Surgió entonces la analogía del iceberg, de Lorenzo (que me tiene que pasar dónde la leyó), que me gustó especialmente: parte visible (nuestra actividad consciente) y sumergida (la que no), entendidas en conjunto como la persona activa, hecha de la misma materia que la masa oceánica (masa humana) pero que ha modificado su estado (reflexión) para no diluirse en ella. Una sociedad activa sería pues un conjunto de icebergs, visibles sobre 'la masa' oceánica.
Esto conecta con la idea de qué procesos son realmente transformadores para la sociedad en el activismo, cuya respuesta, más o menos estaba claro, vendría a ser 'todo aquel que parte de una reflexión personal'. Todos hemos visto casos cuya acción y presencia no correspondía a esto: estudiantes que aprovechan para saltarse clase en una marcha sin saber ni de qué va, actos violentos en concentraciones por la paz o contra la propia violencia (contra los toros, por ejemplo), especulación en instituciones de caridad... todos esos casos, aunque contribuyen en cierto momento con su causa (número de asistentes a una mani, donaciones puntuales a causas en boga, etc.) no son transformadores a más largo plazo. Si así fuese, por ejemplo, todos los que hace poco salieron a las calles por Gaza lo harían diariamente por El Congo o Sri Lanka.

En conjunto y resumen, decíamos al final que la clave no está en la propia ruptura de los esquemas que posibilite la transformación, sino en comenzar por el fomento de los espacios para el paso previo -el cambio de estado de activo o reflexivo (parte de la masa) a activo post-reflexivo (dentro de la masa)- hasta llegar a un equilibro entre estos y sus espacios opuestos, de 'disolución', que ahora son la norma (bares, pubs, discotecas, etc.). Y para ello nada menos que aplicarse el cuento: quedar para la siguiente y ver cómo lo vamos intentando aplicar cada cual en su ámbito.

No está mal como calentamiento, seguiremos reflexionando :)

2 comentarios:

dAv!d dijo...

Me ha gustado mucho tu reflexión.
Precisamente mi creciente inactividad política se basa principalmente en la pregunta que comentas que hizo Luis: "¿Hasta qué punto los agentes sociales acallan los síntomas que, de permitirse, podrían generar un cambio social necesario?"
También paralelamente he llegado a la conclusión que comentas al final. Pero he de añadir que no me resulta suficiente, creo que es posible hacer más por contagiar el entusiasmo por cambiar las cosas, entusiasmo que en mi caso ya no lo es tanto.
Quizás viendo todo desde la distancia, respirando aires de revolución me (nos) llegue la respuesta.
Por cierto, gracias por incluir en tu blog "tu" canción.

Lupus dijo...

No hay (he) de qué. :)
Sí, lo cierto es que es una pregunta de las buenas que, él mismo decía, todo aquel que esté en alguno de estos mecanismos, debería hacerse diariamente.
Yo voy sacando conclusiones y relacionando, día a día, poco a poco.
Un abrazo,

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