Melancolía

15 agosto 2006

" Siglo IV a.C. Esquivando restos de animales disecados y esqueletos, Hipócrates, p.p de la medicina, llega hasta un hombre que sentado en el suelo hurga las entrañas de un perro.
-¿Qué haces, Demócrito?.
El hombre alza la mirada a través de sus enmarañadas greñas y, sin variar el gesto, responde.
-Busco la bilis negra, la esencia de la melancolía. "

Melancolía. Cómo no, su etimología nos lleva a Grecia -(melas: negro, chole: bilis)- y según la Historia Demócrito fué el primero en intentar hallar su origen para, se cuenta, que nadie sufriese como él lo había hecho. El primer psicoanalista, en cierta forma.

Melancolía es el nombre que damos a ese mal del alma, desánimo y doloroso recuerdo de los buenos tiempos que tanto y tan poco se parece a la nostalgia. Las dos hijas del pasado.

El hastioso sinvivir, una caída constante sin pared a la que agarrarse o contra la que romperse los nudillos. Ahogado por el mundo, que parece más cruel con su indiferencia a cada paso. Porque la inactividad de la depresión no te agarra, no rasga tu piel. Simplemente, se deja caer sobre ti con el peso de un suspiro melancólico.
No hay viento favorable para el que no sabe donde va.
- Séneca

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